Rutas con alma por Granada
Granada es una ciudad para caminarla, para perderse sin prisa y descubrir rincones llenos de historia y belleza. Desde una ruta por el Albaicín, con sus callejuelas moriscas y miradores, hasta un paseo por el Realejo, el antiguo barrio judío lleno de arte urbano y tapas. No te pierdas el Paseo de los Tristes, con la Alhambra vigilándote desde lo alto, ni la subida al Sacromonte, donde las cuevas respiran flamenco y tradición. Y si te apetece naturaleza, en pocos minutos estarás en rutas de senderismo por la Dehesa del Generalife o los caminos de Sierra Nevada.
Granada no se visita: se recorre, se vive y se recuerda paso a paso.
Rutas históricas y naturales en la ciudad de Granada: entre cumbres, callejuelas y mar
Granada es una ciudad que se disfruta con los pies: andando, explorando, subiendo cuestas y bajando callejuelas. Pero más allá de su centro monumental, la provincia ofrece rutas que combinan historia, naturaleza y paisajes que te dejarán sin aliento. Aquí te proponemos una selección para que descubras la verdadera alma granadina.
Ruta Histórica: la Granada de las culturas
Comienza tu recorrido en la majestuosa Alhambra, el corazón del legado nazarí, y pasea entre sus jardines, torres y palacios. Desde allí, desciende por la Cuesta de los Chinos hasta la Carrera del Darro, una de las calles más bonitas de Europa. Cruza el río y adéntrate en el Albaicín, con su trazado árabe y casas encaladas. No te pierdas el Mirador de San Nicolás, el lugar perfecto para admirar la Alhambra con Sierra Nevada de fondo.
Continúa hacia el Realejo, antiguo barrio judío, hoy lleno de arte urbano y bares con historia. Y remata el día en el centro histórico visitando la Catedral de Granada y la Capilla Real, donde descansan los Reyes Católicos.
Ruta Natural: Granada al aire libre
Muy cerca del bullicio urbano, puedes sumergirte en la naturaleza. La Dehesa del Generalife es una zona perfecta para senderistas y ciclistas, con caminos rodeados de bosque y vistas privilegiadas. Desde ahí puedes conectar con el Llano de la Perdiz o subir hacia el Cerro del Sol, donde aún se sienten los ecos de los antiguos caminos moriscos.
Si prefieres una aventura mayor, a menos de media hora de la ciudad te espera la Sierra Nevada, con rutas de alta montaña, lagunas glaciares, cascadas y pueblos de altura como Capileira, Trevélez o Güéjar Sierra. En invierno, es el paraíso de los esquiadores; en verano, el de los senderistas.
Los pueblos de la sierra de Granada y su sabor auténtico
Entre las cumbres de Sierra Nevada y las laderas soleadas de La Alpujarra granadina, se esconden algunos de los pueblos más pintorescos y auténticos de Andalucía. Lugares como Pampaneira, Bubión o Capileira, con sus casas blancas, tejados planos y callejones empedrados, conservan el alma morisca y una tranquilidad difícil de encontrar en otros rincones.
A mayor altitud, en pueblos como Trevélez —uno de los más altos de España—, el aire puro y el clima seco hacen posible una de las joyas gastronómicas de la zona: el jamón serrano de Trevélez, curado de forma natural a más de 1.400 metros. Su sabor suave, su textura delicada y su aroma lo han convertido en un producto con indicación geográfica protegida.
Pero la sierra también es tierra de cocina humilde y reconfortante. Platos como las migas alpujarreñas, elaboradas con pan, aceite, ajos, pimientos, chorizo y a veces uvas, son un clásico de los días fríos. O el contundente plato alpujarreño, con papas a lo pobre, huevo frito, jamón, morcilla y lomo: una bomba de sabor que se disfruta mejor tras una buena caminata.
No faltan los dulces, como los soplillos de almendra y los buñuelos, herencia de la repostería morisca, ni las infusiones de montaña que se ofrecen en los pequeños mesones.
En estos pueblos no solo comes: saboreas la tradición, la sencillez y el paisaje. Un lugar donde el tiempo se detiene y la comida tiene el gusto de lo auténtico.
Escapada a la Costa Tropical
¿Sabías que Granada también tiene mar? A solo 45 minutos en coche puedes estar en la Costa Tropical, donde las montañas se encuentran con el Mediterráneo. Pueblos como Salobreña, Almuñécar o La Herradura te ofrecen playas tranquilas, calas escondidas y un clima suave todo el año.
Aquí puedes combinar rutas costeras con baños en aguas cristalinas, probar pescado fresco junto al mar, o hacer kayak y snorkel en rincones protegidos.
Granada, tierra de contrastes
Pocas provincias ofrecen tanto en tan poco espacio: desde la nieve a la playa, desde el legado islámico a los pueblos blancos, desde la ciudad palaciega al sendero escondido. Granada no se recorre, se vive.

