Tu visita no puede comenzar en otro lugar que no sea la majestuosa Alhambra, el monumento más visitado de España. Este conjunto palaciego nazarí, Patrimonio de la Humanidad, te transportará a un mundo de cuentos árabes: jardines del Generalife, los exquisitos salones del Palacio de los Leones y las vistas increíbles desde la Alcazaba. Reserva con antelación para no perderte esta joya.

Desde la Alhambra, cruza el río Darro y adéntrate en el Albaicín, antiguo barrio árabe con callejuelas estrechas, casas blancas y miradores escondidos. El Mirador de San Nicolás te regala una de las vistas más mágicas de la Alhambra con Sierra Nevada al fondo. Ideal para el atardecer.

Subiendo desde el Albaicín, llegas al barrio del Sacromonte, famoso por sus cuevas excavadas en la montaña y su profundo vínculo con la cultura gitana y el flamenco. Disfruta de un espectáculo en una de las zambras tradicionales, donde la música y la emoción te pondrán la piel de gallina.

De regreso al centro, piérdete por las calles comerciales hasta llegar a la imponente Catedral de Granada, una obra del Renacimiento español que se alza majestuosa sobre los restos de la antigua mezquita. Muy cerca, la Capilla Real guarda los restos de los Reyes Católicos. Un lugar cargado de simbolismo y belleza.

Nada como caminar por la Carrera del Darro, una de las calles más románticas de Europa, con el río a un lado y la Alhambra asomando entre los árboles. Este paseo te lleva hasta el Paseo de los Tristes, perfecto para tomar algo en una terraza con vistas inigualables.

Granada también se saborea. Aquí la tapa va gratis con cada bebida: desde platos moriscos como el cuscús o el tajine, hasta delicias locales como las habas con jamón o el pionono de Santa Fe. No dejes de visitar los bares del Realejo o el ambiente alternativo del Campo del Príncipe.

Si te queda tiempo, Granada es la puerta de entrada a:

• Sierra Nevada, ideal para esquiar o hacer rutas de senderismo.
• La Alpujarra granadina, con pueblos blancos y tradiciones vivas.
• La Costa Tropical, si buscas mar, sol y chiringuitos.

Granada se recorre bien a pie, ¡lleva calzado cómodo!
El clima puede cambiar según la altitud: en invierno puedes ver nieve en la montaña y sol en el centro.
La vida nocturna es vibrante y diversa: desde flamenco hasta pubs y terrazas con ambiente joven.

Granada no es solo un destino, es una experiencia que se vive con los cinco sentidos. Ya sea que vengas por su historia, su cultura o su gente, te aseguramos que dejarás parte de tu corazón entre sus calles.
¡Ven a descubrir Granada y déjate enamorar!