El buen paladar

El buen paladar: Sabores que conquistan

Granada no solo enamora con sus vistas, su historia y su arte; también lo hace a través del paladar. Esta ciudad andaluza es un verdadero festín para los sentidos, donde la tradición árabe, andaluza y mediterránea se mezclan en platos llenos de alma. Aquí, comer es un ritual y saborear es parte de la experiencia cultural.

Tapear en Granada: una tradición única

Granada tiene una de las costumbres más queridas de España: la tapa gratis con tu bebida. Sí, has leído bien. En la mayoría de los bares, con cada cerveza, vino o refresco, recibirás una tapa generosa, muchas veces más que suficiente para cenar.

Bares de tapeo imprescindibles

  • Los Diamantes (calle Navas): famoso por sus frituras de pescado y marisco.
  • Bodegas Castañeda (cerca de Plaza Nueva): tapas tradicionales y vermú casero.
  • La Bella y la Bestia (zona calle Elvira): tapas enormes y ambiente juvenil.
  • Bar Ávila (Camino de Ronda): prueba su famosa tapa de lomo con roquefort.

Qué beber en Granada

Acompaña tus tapas con:

  • Una caña bien tirada (cerveza fría y suave).
  • Un vino tinto de la Alpujarra o la comarca de Guadix.
  • Un vermut casero bien especiado.
  • Para algo típico, no dejes de probar el mosto granadino (vino joven y dulce, ideal en otoño).
  • Y la sangría (en Las Titas, por supuesto)

Platos típicos que debes probar

Granada mezcla herencia morisca y cocina serrana. Algunos platos que no te puedes perder:

  • Habas con jamón: sencillez y sabor de la huerta andaluza.
  • Plato alpujarreño: contundente combinación de papas a lo pobre, morcilla, chorizo, lomo y huevo.
  • Remojón granadino: ensalada morisca con naranja, bacalao, huevo y aceitunas.
  • Pipirrana de pulpo: fresca y perfecta para el verano.
  • Tajin o cuscús: legado de la cocina árabe, presente en muchos restaurantes del Albaicín.

Dulces granadinos: para acabar con una sonrisa

  • Piononos de Santa Fe: pequeños pasteles esponjosos con base de bizcocho y crema tostada. ¡Adictivos!
  • Roscos de vino, mantecados, y alfajores: sobre todo en temporada navideña, de origen morisco.

Recomendación dulce:
Visita Casa Ysla, la cuna original del pionono.

Restaurantes con encanto en Granada

Si quieres una experiencia más gourmet o especial:

  • Restaurante Damasqueros: alta cocina granadina con menú degustación moderno.
  • Mirador de Morayma (Albaicín): cena con vistas a la Alhambra y cocina andaluza tradicional.
  • El Trillo: cocina local con toques creativos en un entorno íntimo.
  • La Tana: una pequeña vinoteca muy querida entre locales.
  • El Restaurante Las Titas: ubicado junto al Paseo de la Bomba y al margen del río Genil, es un lugar con mucha solera que mezcla tradición, elegancia y un entorno encantador bajo los árboles. Durante décadas ha sido un punto de encuentro para locales y visitantes, y uno de sus sellos más recordados ha sido, sin duda, su sangría.

¿Por qué vale la pena ir a Las Titas?

  • Entorno único: terraza al aire libre entre árboles centenarios, con vistas al río.
  • Cocina andaluza tradicional, bien presentada y con platos de toda la vida.
  • Ideal tanto para un almuerzo relajado como para una cena al atardecer.

Su sangría, como ya sabes, es una pequeña institución.

Consejo práctico:

Es un sitio muy popular los fines de semana y en primavera/verano, así que reserva con antelación si quieres una buena mesa en la terraza.

Pide la sangría para compartir y combínala con tapas de jamón ibérico o pescado frito, para una experiencia 100% granadina.

Teterías y sabores moriscos

Granada conserva la esencia árabe también en sus aromas y tés. En la calle Calderería Nueva, conocida como la “calle de las teterías”, encontrarás locales que te transportan a Marruecos:

  • Tés aromáticos, pastas de miel y almendra, y una atmósfera de otra época.

Granada, un festín con historia

Comer en Granada no es solo alimentarse: es viajar en el tiempo, recorrer culturas, conversar con desconocidos y brindar con vistas a la Alhambra. Desde una tapa en un bar animado hasta una cena romántica en un carmen con vistas, todo en Granada sabe mejor.

Así que ya sabes: ven con hambre, con ganas de descubrir, y con el paladar listo para enamorarse.